La vuelta a la rutina afecta a los más pequeños, de la misma manera que a los adultos les afecta volver al trabajo después de las vacaciones de verano. Los niños también quedan expuestos al estrés y a posibles problemas de salud derivados de la vuelta al cole.
Vuelta al cole, ¿qué hacer para prevenir enfermedades?
Una de las claves para que este regreso a la rutina no les afecte es llevar a cabo una adaptación gradual a los hábitos que tendrán que seguir desde el inicio del curso, al menos una semana antes de empezar las clases. De esta manera, el impacto será más leve y los riesgos a sufrir una adaptación costosa será menor.
Sin embargo, la vuelta al colegio puede suponer problemas de salud en los más pequeños, por ello, desde Clínica la Eliana queremos ayudarte y te ofrecemos una serie de consejos para prevenir los problemas de salud más habituales que pueden surgir con el inicio del nuevo curso escolar.
- Problemas de espalda: Uno de los problemas más comunes son los dolores de espalda debido al peso que cargan muchos niños día tras día para ir al colegio. Es importante elegir una mochila apropiada y colocarla de manera adecuada, repartiendo el peso entre los dos hombros por igual y acomodándola en la parte superior de la espalda, siempre por encima de la cintura. Otro factor clave es repartir el peso, con los objetos más pesados en la parte inferior, y como no, mantener una buena postura. La carga no debe sobrepasar el 15% del peso del niño.
- Problemas de visión: Es recomendable revisar la vista del niño antes del inicio del curso, sobre todo, si ya se le ha detectado algún problema ocular, o si hay antecedentes familiares. Los síntomas más habituales suelen ser dolores de cabeza, errores en la lectura, saltos de línea o un escudriñamiento de ojos reiterativo (acercarse o alejarse en exceso al leer un texto). Si no se detectan, estos problemas podrían ser causa de fracaso escolar y dificultar el aprendizaje del niño.
- Problemas en los pies: Un calzado cómodo es imprescindible ya que el niño se pasará todo el día jugando y en movimiento. Por ello, el calzado ha de ser ligero y flexible, de planta plana sin que se eleve el puente del pie y sin angulaciones excesivas, ya que podría provocar malformaciones. Por otro lado, ha de ser transpirable, ya que con el sudor podrían aparecer infecciones por hongos. Asimismo, es conveniente revisar con frecuencia si el zapato es de la medida adecuada, ya que el pie en edad escolar crece constantemente.
- Problemas de sueño: Tras la libertad horaria que permiten las vacaciones, volver a la rutina de madrugar, o no poder dormir la siesta, puede llegar a afectar a la salud de los más pequeños. Los cambios de horarios pueden provocar dificultades a la hora de dormirse, y sobretodo, cansancio y agotamiento durante el día, debido a la falta de descanso y a la repentina aparición de actividad. Para ello, es importante llevar a cabo una adaptación gradual a los nuevos horarios.
- Piojos: Otro problema que suele acompañar a la vuelta al colegio es la infestación por piojos. Entre un 5% y un 15% de los niños se han contagiado alguna vez por estos parásitos. Para su prevención existen diferentes lociones y champús. Si ya es demasiado tarde para evitar el contagio, será necesario desparasitar bien al niño y retirar las liendres pelo a pelo y continuar el tratamiento con champús y lociones que acabarán con estos molestos insectos.