Cuando pasamos por momentos difíciles o por situaciones de estrés que escapan a nuestro control, el mejor modo de solventarlos es acudiendo a una clínica de psicología. No obstante, son muchas las personas que, o bien no reconocen que no pueden superar los problemas por sí mismos, o bien mantienen un fuerte estigma sobre las palabras ayuda y psicólogo.
Es cierto que es uno mismo quien debe reconocer que necesita salir de la situación en la que se encuentra; pero, como personas cercanas a él, podemos intentar convencerle de asistir a una clínica de psicología y que sea esta quien ponga en sus manos las herramientas para superar o sobrellevar dicha situación.
Razones que debemos argumentar para ir a una clínica de psicología
- Estar sanos equivale también a cuidar nuestra mente. Al igual que vamos al médico cuando enfermamos físicamente, ¿no deberíamos hacer lo mismo cuando nos encontramos frente a un problema que altera nuestra salud mental?
- Si no te sientes bien durante un tiempo prolongado significa que tienes algún problema.
- Hablar sobre nuestros problemas siempre ayuda. Hay algunas personas que ni siquiera pueden hablar sobre ciertos temas con sus más allegados y justifican el no ir a una clínica de psicología porque ni mucho menos lo van hacer con un desconocido. Pues bien, un psicólogo está capacitado para tratar todos los problemas de salud mental, se especializa en el comportamiento humano y en manejar estrategias de ayuda. Por tanto, sabe cómo gestionar esos síntomas (y muchos otros).
- Cada psicólogo es distinto. Que le haya ido bien o mal a ese conocido con tal psicólogo en su primera cita, no significa que a ti te vaya a ocurrir lo mismo. Hay que dar una oportunidad a largo plazo y hallar el método y la terapia más convenientes para tu caso.
- Las personas somos muy parecidas. Es decir, hay muchos procesos psicológicos que se repiten con frecuencia.
Consejos para animar a ir a la clínica de psicología por primera vez
¿Cómo prepararnos para argumentarle estas razones?
Sabemos que no es fácil, puede que ya hayas intentado hablar sobre recibir terapia psicológica y que esta persona se haya negado. No obstante, podemos intentar lo siguiente:
- Escoge un buen momento. Aprovecha los momentos en los que esa persona se siente mal y habla sobre sus sentimientos, explícale por qué te preocupa su situación, pero cuando no haya ningún conflicto abierto.
- Anímale a hablar con un profesional sobre sus síntomas (no sobre sus conductas), como el insomnio, el estrés o la ansiedad.
- Comparte con él artículos, páginas webs, etc., que le brinden una imagen positiva sobre ir a una clínica de psicología y sus resultados.
- Facilita el proceso de búsqueda de un psicólogo y concerta una cita. Puedes hablar con el propio psicólogo para que te ayude a hacerlo.
- Ofrécete a acompañarle en su primera cita e, incluso, a financiar las sesiones.